SALUDO

 

¡Bienvenida en minúsculas!, final de una trilogía con voluntad de reflejar historias mínimas (como dice Javier Alonso), la pequeña cotidianidad. Se pretende ausencia de personalismo lírico, y distanciamiento para que los protagonistas sean esos rostros sin nombre que hacen el día a día de nuestro entorno. Pero existe en este libro una mirada y un oído atentos, que seleccionan y saben ver la literatura, la poesía que hay en los actos anónimos. Esos ojos y esos oídos son los de Pilar Rubio, pilar rubio si se quiere (en minúsculas), pero yo prefiero decir la iluminación de PILAR RUBIO.

 

David Pujante