¡Pobre Madrid, y qué poca es tu suerte para conseguir valedores![1] Existe una tendencia morbosa a centrarse en los aspectos más escatológicos de la literatura de principios del siglo XX, importantísimos sin duda, obviando las circunstancias sociales, políticas y económicas de unas tierras que habían dejado de ser imperio y estaban empezando a intuir que...