Ramón Galactus, Marciano Pizarro, y Grace Morales descubrieron, a través de su Mondo Brutto las peculiaridades del bizarro producto que es el fanzine

En la tercera de las <<conversaciones>>  sobre <<vivir de la literatura>>, desarrollada en la tarde del jueves 13 de marzo, se pudo ver, muy probablemente, la conversación más al margen de este ciclo. Para ello, José Ramón González y Rubén García brindaron la ocasión al público asistente de poder escuchar a los máximos artífices del fanzine Mondo Brutto, un fanzine que cuenta ya con más de veinte años de existencia y más de cuarenta números publicados.

Ramón Galactus, o Marciano Pizarro, y Grace Morales, en un tono muy similar al de su publicación, esgrimieron gran parte de las características de su fanzine. La sentencia prima de la también escritora y bloguera dejó muy claras las intenciones de los creadores de Mundo Brutto: “No sabemos lo que es la literatura ni tenemos intención de saberlo”

El ya citado fanzine surgió, como idea y según nos cuentan sus creadores, “como todas las ideas en España” en un bar en una noche de 1992. El conocimiento de algún fanzine norteamericano hizo que se emprendiera tal composición, que en muchas ocasiones pudiera parecer un corta y pega. Ramón Galactus y Grace Morales tardaron un mes en elaborar el primer número, del que hicieron y dieron salida a 50 ejemplares. Poco a poco y con mucha de dedicación y esfuerzo, en el noveno número tuvieron que llegar a la imprenta debido a la incipiente demanda. Hoy en día, Mondo Brutto contempla unas tiradas cercanas a los 5000 ejemplares. Todo ello sin periodicidad en la publicación, sin sitio web y sin un cauce concreto en la distribución, ya que no hay lugares fijos de venta.

Respecto a esto último, Ramón Galactus señaló: “Si a alguien le interesa, lo encuentra. Siempre hemos ido empecinadamente a contracorreinte”. Con respecto a este supuesto, y en su relación con la literatura, Grace Morales afirmó que “la mayoría de las cosas literarias son cosas nuestras, como textos místicos, ocultistas, cómics… todo lo relacionado con la literatura popular”. Respecto a la concepción en sí de la publicación, la escritora aseguró que “Mondo Brutto es un fin en sí mismo. Es tan anárquico como se plantea en la publicación”.

En el aspecto económico, Ramón Galactus indicó que su finalidad es financiarse, ya que “hacer esto son 5000€”. Además, confirmó algo evidente como que los colaboradores no perciben salario alguno y que no hay facturas de por medio en lo que podríamos entender por <<distribución>>, aspecto, este  último, señalado negativamente también por anteriores ponentes.

En lo que a los creadores de Mondo Brutto respecta, “nadie puede vivir de la literatura. La literatura es un hobby. Otra cosa y la literatura para vivir”. De hecho, Ramón Galactus, o Marciano Pizarro, tiene un programa de radio en Radio 3, aunque como él mismo señala: “Son actividades marginales”.

Dentro de la circunstancia de que un fanzine es una revista de aficionados, Mondo Brutto ha traspasado sus propias fronteras. Según Ramón Galactus “nosotros <<inventamos>> la palabra bizarro y ahora la utiliza todo el mundo”, además Grace Morales aseguró que “hemos creado un canon de fanzine, eso es así”. Por desgracia, los dos aseguran que ha habido proyectos desestabilizadores para con Mondo Brutto, pero que, afortunadamente, sus resultados han sido penoso.

En Mondo Brutto podemos encontrar desde satanismo francés del s.XIX  hasta artículos de corte costumbrista, todo ello basado en unas buenas historias e ideas y con un eminente tono jocoso.

Con respecto al tono humorístico de este fanzine se definen dos de sus características. Una es la no inclusión de poesía, género literario sin atractivo ninguno para Ramón Galactus;  otra es el bizarro archivo fotográfico de la publicación, basado en la máxima del “no tiramos nada”.