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Benjamín López nació en Boal (Asturias), el 7 de noviembre de 1918, y falleció en Oviedo el 13 de noviembre de 1964. Fue el cuarto de once hermanos. Desde muy pronto tuvo inquietudes artísticas.
Comenzó a trabajar con doce años en la construcción de las Escuelas Graduadas de Boal, y posteriormente en la del embalse de Doiras.
Al estallar la Guerra Civil se incorpora al Batallón Flórez de Sanidad, en el bando republicano. Tenía 17 años. El 21 de octubre de 1937 le hicieron prisionero, de manera que pasaría siete años de su juventud entre cárceles y el servicio militar de la España franquista.
En esos años de internamiento continuó practicando y perfeccionando sus actividades literarias y artísticas de manera completamente autodidacta.
Benjamín López pintaba, modelaba y escribía, esto último en castellano y en “fala”, la variedad de asturiano occidental que le era propia. Sus obras, tanto escritas como artísticas, son un ejemplo extraordinario de un talento autodidacta pero con una gran fuerza creativa. En sus escritos, de manera intuitiva, López continúa la senda iniciada en el siglo XIX y comienzos del XX por los poetas regionales, con un costumbrismo que es su caso no es impostura, sino experiencia vivida e instinto poético. Son textos en los que reflexiona, de manera sencilla pero con gran finura poética y una voz absolutamente auténtica, sobre el duro trabajo campesino (“Mañá de ganza”), las costumbres deportivas y gastronómicas de su tierra (“Noite de angula”), el regreso a Asturias de los emigrantes que se fueron a América (“¿Qué se siente al regresar?”), o el testimonio sentimental y humorístico del choque cultural entre la modernidad capitalina y el hombre de aldea (“El meu viaxe de Madrí”). Algo parecido puede decirse de su pintura, de un primitivismo vigoroso y espontáneo. Se trata, en fin, de una vocación artística que impresiona y conmueve especialmente cuando nos damos cuenta de que lo tuvo todo en contra y encontró, o inventó, un cauce para expresarse.

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Paisaje costero. Óleo sobre tabla. 31×20 cms.

MAÑÁ DE GANZA

Son as cinco da mañá
condo subo por Morteiros,
llevo el gadaño n’el hombro
el cabruño y el martello,
y teño el corno n’el cinto
con agua y a pedra dentro,
y ruxindo cúas madreñas
marcho pa serra contento
que xa ta salindo el sol
tan rubio como el pimento.
Hay un llago en Serandinas
de blanco y tupido cerzo,
que xa parece Busmente
algún pueblo marinero.
A niebla por Villanova
chegóu en chau al Caleyo,
outra subío por Meróu
hasta a Pereda de Prelo,
y Penácaros quedóu
un islote prisionero.
Évos un amaicer guapo
que ta colorado el cielo,
y n’el piquín dos carbayos
xipran alegres os mermos
y cantan os paposrubios
y hay bandadas de jilgueros.
Xunto al puente de Muñón
oise cucar el cuquello;
hay na costa de Teixeda
dous azores peneireiros
que engalanan sin dar as alas
y teinse n’el aire quietos,
como se tein as cometas
condo las soltan os nenos.
Como tapices de seda
tan trenzados os toxeiros
con muitas telas de araña
que rellucen condo é cedo
con gotas como diamantes
que da rosada se encheron.
Cantan calandras nel aire
con un “pipi” zalamero
y andan as escondidellas
us charchás nos caxigueiros,
y ruxe alló por San Luis
a pargayega nel eiro,
escondida entre el centén
¡cualquiera ye sabe el nieiro!
co el sou parpayelín,
parpayelín paroleiro.
Eo xa tou chegando al alto;
desde aquí todo lo vexo:
a serra da Cristaleira
Carondio y Berducedo,
alló muy llonxe y con neve
as montañas de Cerredo
y acó rellucindo verde
teño a serra del Corrello,
dunde baxan a gancella
Xío y Cedemonio entero,
como la baxan aquí
Peiróis y Carrugueiro.
Vou empezar a rozar
aquí mismo este peteiro
y condo veñan as once
teño el meu trabayo feito,
qu’ha ser día de muitas moscas
y de enxames nel meleiro,
que xa zumban as abeyas
por as flores dos huceiros.
As burras suben al alto
que queren buscar el fresco;
as vacas pacen tranquilas
sin ir llonxe dos toxeiros
pa condo las pique a mosca
meterse de brión por ellos,
tocando el campín a llume
y con el rabo dereto
embestir contra os gamayos
pa arrancarse del peleyo
os carrachos y us tabaus
qu’hasta sangre yes fixeron.
Amorosa ta a gancella,
casi teño carro y medio,
ben lo sabe a camiseta
que ben pegada la teño,
como si la echara en agua
al pasar algún rigueiro.
Bueno, vou irme pa casa
Porque rozar más nun quero,
que tal el tempo galbanión,
eu xa tou que nun me teño
y aunque tou muy ben cansado
mirando esto me entreteño.
Vista más guapa nun hay
desde Coruña hasta Oviedo:
solo San Pedro las ten
desde a súa porta nel cielo.

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Acarreando ganza. Óleo sobre tabla 51×41 cms.

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Corro de caballos. Óleo sobre tabla. 121.5×72 cms.

NOITE DE ANGULA

Angula prima del congrio
ou de familia achegada
que subes el río de noite
por a veira agazapada,
como explorador que pasa
por úa terra asalvajada
de antropófagos que comen
carne de blanco estofada.

Tamén tú la teis gustosa
pa xente civilizada,
por eso tú que lo sabes
vas subindo acordonada
esvollegando en filóis
de negra noite ocultada,
pos nun la queres de luna
nin de estrellas allumada,
pero mira que andan luces
a un hora muy avanzada
y ruxen muitos caldeiros,
desde as Aceñas a Navia.

Nas veigas de San Esteban
ándache a xente apurada
y el río refleja faroles
por as dúas veiras del Navia
y de un al outro llado
oíse algúa broma pesada,
y algún hay que cuenta cuentos
de algúa cousa colorada
y tú subes pouco a pouco
por a marea axudada.

Quen te ha de comer ta dormindo
en molle cama arroupada,
soñando con as quinielas
que cubriú esta xornada.

Quen te espera con a criba
xa ten a cuenta botada,
de comprar us zancos novos
y renovar a zamarra,
que ta el inverno muy frío
xa cayéu algúa nevada.
Ha coyerte por docenas,
cribada tras de cribada
pa engordar ben a cartera
según encha a caldeirada,
que ten muitos furadíos
pa que se che marche a baba
na que esllimas presumida,
como esquiador na nevada.
Despós de encher el caldeiro
tas a morir condenada,
han matarte con tabaco
sin que votes ua fumada.
¿Dache cáncer de pulmón,
ou morres intoxicada.
da nicotina d’os Celtas
que te poin ablancazada?
Si te mataran con ayo
xa quedabas adobada,
pa fretirte núa tortilla
ou cocerte núa empanada.
Xa che tein n’el “Sotanillo”
entre as tapas anunciada
y ta por todos os bares
el tou nombre na pizarra.
Todos te moyan con viño
porque tas algo salada
y ta seco el gorgoleiro
de falar da futbolada
que perderon os de a Veiga
y ganaron os de Navia,
que siguen os de Boal froxos
y a Caridá en retaguardia,
y así te van engullindo
entre úa charla acalorada,
moyando ben el gaznate,
que ta seco da algarada.
Túas hermás tan na nevera
como en caxa acaudalada
y esparramada n’el río,
en guerrilla desplegada,
tal el outra que nun puideron
metella pa caldeirada
y como ten muito medo,
sigue entre el grijo enterrada,
esperando a que anoiteza
pa marcharse agazapada,
igual qu’el explorador
n’aquella tribu de Australia
que pensóu ir pal bandougo
d’aquella xente atrasada,
que xa encenderan el llume
bailando úa danza macabra.
Tú debes de ter cuidado
que ta a criba preparada,
y el farol con muito aceite,
de tabaco úa petacada,
y tú vales muitos cuartos.
¡Salva bien quen te pillara!
Aunque tía morto de sono
de pasar a gran noitada.