Una angustiosa búsqueda de la autenticidad, de la originalidad a cualquier precio, marca el concepto de cultura a principio de este siglo XXI, pero hace cien años nadie daba importancia a esa pirueta estilística que te convierte en imprescindible; vivir era la consigna, no perdurar. Lo paradójico es que mientras toda una generación busca motivos...