Diccionario personal
Pilar Rubio Montaner
Valladolid: Difácil, 2018.
Las 49 voces aquí reunidas funcionan como en un diccionario: son autónomas y refieren unas a otras. Y no sólo a las aquí expuestas, sino que este nuevo poemario de Pilar Rubio Montaner está ligado conceptual y formalmente con sus anteriores publicaciones y su escritura es reconocible. De nuevo, estamos ante una voz poética que recorre la ciudad y la naturaleza buscando esas Tímidas existencias (2003) o Vidas pequeñas (2009) para poder escribirlas en minúsculas (2013). En este Diccionario personal, la condensación semántica que requiere un diccionario es transmutada en poema, el lenguaje poético profundizará las voces aquí recogidas. No es esta una obra de consulta normativa que regule el uso del lenguaje ordinario, aunque al presentarnos la indagación lírica que la autora acomete sí que nos da cuenta de la dimensión poética del mismo y de la importancia de las palabras para la construcción identitaria y política.
La autoridad de la que siempre ha huido la poeta aparece aquí sin disimulo y sin soberbia, Pilar Rubio Montaner sabe que no está acuñando definiciones desde la singularidad de la artista, sino que la escritura funciona como la orfebrería, utilizando una amalgama de citas y experiencias, para artesanalmente presentarnos la huella existencial de las palabras. Las entradas de este Diccionario personal aparecen como una torsión para recordarnos que la correspondencia entre las palabras y las cosas no es unívoca. En su escritura podemos indagar el abrazo a la vida de la poeta, pero con su lectura lo que hacemos es componer el nuestro.
Pilar Rubio encuentra también lugar para “Otras voces” donde, a modo de coda, nos ofrece poemas fotografiados como los que ocupan su página web poesía-imagen. La dimensión visual de la literatura que defiende su poética queda refrendada por estas otras siete voces que completan un diccionario con más alcance que el de la discursividad verbal.
Javier Alonso Prieto
vida
Palabras compartidas, sueños, las rutas de los cuerpos, reflexiones, paisajes, añoranzas, aniversarios y proyectos, un puñado de huellas humanas, seres en minúsculas que las acompañan… Nuestro relato.
El juego de la luz y de sombra sobre los árboles y el
movimiento de la rama flexible,
El goce de estar solo o en la agitación de las calles,
o por los campos o en la ladera de las colinas,
La sensación de la salud, la plenitud del medio día, mi
canto al levantarme de la cama y saludar al sol.
Walt Whitman y su canto a la vida.